Hoy quiero hablaros de una tendencia que respeto pero no comparto.
En realidad me parece innecesaria e incluso diría que antiestética. Se trata de aplicar a nuestras mejillas un colorete rosado, de modo que simulamos estar ruborizadas. Al parecer conseguimos acentuar la belleza natural de la cara (¿?)
La idea se extrae de las pasarelas, donde diseñadores como Marc Jacobs y Jean Paul Gaultier apostaron firmemente por ella.
El resultado sería algo así:
Sin embargo, como soy firme defensora de mi propio estilo, he de deciros que esta tendencia es, desde mi humilde punto de vista, la antimoda, y por mucho que salga de una pasarela no os voy a recomendar que la pongáis en práctica, en absoluto!. El sentido crítico es importante para no caer la obscenidad.
Y a mí, que me encantan las buenas citas, lanzo al aire una pregunta:
¿Lleva razón Givenchy cuando dice...
Sin más, os espero en la próxima entrada!!
Besitos
Opino igual, ¡¡parecemos heidi!,jaja
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog, es genial. Rosa.